Esta es de las peticiones más directas que me han hecho, petición que surgió naturalmente en una de tantas pláticas sobre lo mucho que queremos a nuestros sobrinos, pero la introspección para escribir un artículo sobre ese rol familiar no lo fue tanto.
Lo de menos hubiera sido desbordar una carta de amor hacia mis sobrinos escrita en tercera persona para que si tú tienes sobrinos te acordaras de ellos, pero ya bastante bueno fue que me dejaran escribir mi carta a los reyes magos y sin ánimo de presumir, recibí los regalos que los hombres en verdad queremos.
Tener sobrinos implica creo un aprendizaje que es dinámico en función del tiempo que puedes convivir con ellos que son como el demo de la paternidad/maternidad sin la responsabilidad de educarlos, pero si con el compromiso de ser la mejor influencia para ellos.
Si tenemos la bendición de verlos constantemente, de pronto caemos en cuenta de que hay unas personitas que pueden ser capaces de hacerte pausar de golpe lo que sea que estés haciendo, para escuchar que está viendo su película favorita (por tercera vez), como le fue en la escuela en alguna presentación o incluso en función del nivel de cercanía, una pequeña demostración de cómo fue o es.
Esto tiene que ver con la contención natural que surge del vínculo con ellos acá no somos los protagonistas, porque los sobrinos primero se desbordan primero por sus padres y abuelos, para después llegar con nosotros…los tíos, a nosotros nos toca cuidarlos sin la rigidez del instinto paterno, cargarlos para que vuelen como Superman o Supergirl, ser la figura “responsable” para el helado, dulce o regalo que sus padres no están tan convencidos de comprarle.
No me mal entiendan, no compramos el cariño de los sobrinos, solo somos los cómplices que necesitan para hacer o tener lo que quieren sabiendo que alguien además de sus padres los estará cuidando, bien sea dar un pequeño paseo, jugar con alguien cuando aún no hay primos u otros niños y la lista podría seguir.
Para terminar este artículo, me gustaría que te tomaras un momento para recordar a tus tíos…¿listo? No tienen que ser todos, pero seguramente pensaste en tu tío o tía favoritos, el recordar algún paseo especial, una fiesta, las lecciones y consejos que nos dieron, podemos caer en cuenta de que su influencia está presente en el tipo de personas que somos hoy día, escribir este artículo me hizo darme cuenta de que soy con mis sobrinos como algunos de mis tíos fueron conmigo.
Luego de aseverar que también tienes una buena relación con tus sobrinos (si los tienes), me permito escribir un consejo no pedido para quienes abrazaron el distanciarse de sus sobrinos dando por hecho el vínculo excusándose de la intencionalidad de cultivarlo: “El ser tío o tía puede parecer solo dar, dar y dar, pero acércate a tus sobrinos te aseguro que cuando menos lo pienses tendrás de vuelta una de las muestras de cariño más puras que puedas recibir”.
Por Oscar García Islas
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